Refugiado político
de los que el gobierno español
pactó con Castro
para excarcelarlos
y darles libertad aquí.
Perennemente rebeldes.
Una tarde de pedo
entra en el Centro
y del toque de atención
levanta en armas la muleta
y la lengua se le dispara.
Expulsado.
Kamo le encara a la
puerta:
- Vienes a quejarte de España
a insultar, cuando aquí te dan techo
y comida.
El otro prosigue rezongando
con voz ahuecada:
- Hijos de puta. Me cago en sus muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario