miércoles, 18 de septiembre de 2013

Ella es su motivación



Ella es su motivación:
la pequeña;
la lleva de paseo y a jugar al parque.
Los otros tres están bien colocados
salvo el menor, de quince años,
que está en un centro de menores.
El rostro está así como tiznado y es
áspero. El cuerpo, sin embargo,
es esbelto, las piernas torneadas.
El rostro feo, el cuerpo bonito. El
rostro es también el reflejo de los
vapuleos del alcohol
y las duras relaciones pasadas.
Hoy ya está en paz consigo misma.
En paz y pidiendo en la calle Compañía
con un cartón que pone: cuatro hijos.
Y leyendo un libraco de mil páginas,
encajadas unas gafas que le dan aire intelectual,
las piernas dobladas mostrando su
suave moldura.
Los turistas pasan a raudales por su lado,
desembocando en la plaza de las flores:
en los kioscos y puestos de cueros y baratijas.
Luego por la tarde irá a "la Curva"
donde una tía cuida de la pequeña
y pasa con ella,
en el parque a la espalda del enorme
edificio azul,
la tarde.

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